La Relación Entre Dormir Y La Salud Del Corazon

LA RELACIÓN ENTRE DORMIR Y LA SALUD DEL CORAZÓN – Dormir no es únicamente una forma de pasar el tiempo. Dormir es esencial para la salud, incluyendo la salud del corazón.
En junio del 2022, la Asociación Americana del Corazón (AHA por sus siglas en inglés), añadió el sueño a su lista de chequeo de la salud cardiaca, una lista creada para ayudar a la gente a reflexionar y mejorar sus hábitos de vida.
El sueño actualmente empieza a ocupar el lugar que le corresponde como factor de riesgo importante en las enfermedades cardiovasculares. Investigaciones y estudios descubrieron que la falta de sueño (deficiente) entre las mujeres se correlaciona con peores puntuaciones en pruebas de la salud cardiovascular.
Según investigaciones, más del 80% de los episodios cardiovasculares, incluidos los infartos de miocardio, las alteraciones del ritmo cardiaco, y las enfermedades coronarias, pueden prevenirse con estilos de vida saludables y la gestión de los riesgos conocidos.
El objetivo de la lista de chequeo es ayudar a todas las personas a mantener sano el corazón. Por lo anterior, el sueño (dormir suficiente) también se ha agregado junto a la exposición a la nicotina, la actividad física, el peso, la glucemia, el colesterol, y la presión arterial a la lista de chequeo de la Asociación Americana del Corazón (AHA).
Para mantener un corazón sano no basta con comer bien y hacer ejercicio con regularidad, es esencial dormir lo suficiente. El sueño desempeña un papel importante en la salud y el bienestar.
Asimismo, una dieta sana, ejercicio regular, y reducción de estrés pueden favorecer el tipo de sueño profundo y reparador que es esencial para una buena salud cardiovascular.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades en Atlanta, aconseja que los adultos de entre dieciocho y sesenta y cinco años duerman al menos siete horas de sueño de calidad cada noche.
Desafortunadamente, dormir bien no es necesariamente la norma. Según el Instituto Nacional del Corazón, Pulmones y Sangre del instituto Nacional de la Salud, entre cincuenta y setenta millones de adultos estadounidenses no duermen con regularidad o padecen algún trastorno del sueño.
¿CÓMO AFECTA LA CALIDAD DEL SUEÑO A LA SALUD DEL CORAZÓN?
Los estudios demuestran que dormir poco o un sueño de mala calidad se relaciona con la hipertensión, colesterol elevado, y la aterosclerosis. Asimismo, dormir poco habitualmente aumenta las probabilidades de sufrir episodios cardiovasculares.
El sueño se entrelaza con factores que repercuten en la salud cardiovascular, por lo que siempre ha sido un elemento importante.
Un tiempo de sueño deficiente es dormir menos de siete horas por noche, el cual afecta en Estados Unidos a más del 33% de los adultos y esta situación está relacionada con un aumento de la mortalidad.
HORAS DE SUEÑO (IDEALES):
- 10-16 horas / menores de 5 años
- 9-12 horas / 6-12 años
- 8-10 horas / 13-18 años
- 7-9 horas / adultos
La falta de sueño reparador también está relacionada con las siguientes situaciones:
–MALA ALIMENTACIÓN O AUMENTO DE PESO
Dormir mal puede afectar indirectamente al corazón al influir en nuestras decisiones sobre alimentación y ejercicio.
Por ejemplo, no dormir bien puede aumentar antojos y tendencia a consumir alimentos menos saludables para el corazón, ricos en grasas saturadas y azúcar. Cuando no se come bien, no se duerme bien, (la relación funciona en ambos sentidos). Asimismo, ocurre lo mismo con la actividad física.
Un estudio de cuatrocientos noventa y cinco participantes reveló la asociación entre la mala calidad del sueño, el aumento de la ingesta de alimentos, y un menor consumo de cereales integrales.
Además, un sueño de corta duración puede provocar aumento de peso, incluso en personas con bajo riesgo de obesidad.
–DIABETES
Un análisis de estudios anteriores señala que no dormir lo suficiente aumenta significativamente el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. Además, perder tan solo dos horas de sueño al día puede provocar un incremento en la resistencia a la insulina y una disminución en la tolerancia a la glucosa en condiciones de laboratorio.
El alto nivel de azúcar en sangre relacionado con la diabetes, también puede aumentar el colesterol, presión arterial, y los triglicéridos, dañando en última instancia los nervios y vasos sanguíneos. Como consecuencia, las personas con diabetes tipo 2 presentan el doble de probabilidades de sufrir un infarto de miocardio o un ictus.
–INFLAMACIÓN
La falta de sueño también favorece la inflamación. Las células inflamatorias son necesarias para protegerse de las enfermedades, pero un exceso de las células inflamatorias que permanecen demasiado tiempo, incluyendo cuando no hay peligro, pueden provocar inflamación crónica y, a la larga, cardiopatías.
Estudios de laboratorio, demuestran que incluso los problemas de sueño relativamente leves pueden causar inflamación en las células endoteliales que recubren las venas, lo que podría contribuir significativamente al desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Dormir demasiado también pueden causar problemas, aunque aún no se han determinado los motivos. Una hipótesis actualmente es que el exceso de sueño no es perjudicial en sí, pero las personas que duermen más de nueve horas por noche son propensas a sufrir depresión u otras enfermedades que pueden repercutir en el corazón.
–ACCIDENTE CEREBROVASCULAR, INFARTO DE MIOCARDIO, Y MUERTE
Las personas que no duermen lo suficiente también son más propensas a desarrollar hipertensión, lo que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiacas.
Los investigadores constatan una modesta relación entre el sueño de corta y larga duración, o de nueve horas o más seguidas, y el ictus, El sueño de corta y larga duración también tiene relación con un mayor riesgo de muerte.
A pesar de que el sueño es fácil de medir y modificar, más de un tercio de los adultos en Estados Unidos no duermen lo suficiente para proteger su salud.
RELACIÓN ENTRE LOS TRASTORNOS DEL SUEÑO Y LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
Cada vez son más las investigaciones que demuestran una correlación entre muchos trastornos del sueño y la salud cardiovascular.
Las personas con trastornos del sueño comunes, como apnea obstructiva del sueño o insomnio, tienen muchas más probabilidades que los demás de sufrir arritmias cardiacas, acumulación de placa, insuficiencia cardiaca, y enfermedad coronaria.
Cada vez hay más indicios de que los trastornos neurológicos del sueño, como el síndrome de las piernas inquietas, que afecta entre el 7% y el 10% de la población en Estados Unidos, pueden aumentar el riesgo de cardiopatías, aunque se necesitan más investigaciones para comprender mejor dicha conexión.
En la mayoría de la gente, la presión arterial desciende durante el sueño. Sin embargo, eso no siempre ocurre en las personas con narcolepsia de tipo 1. Aunque se necesita más investigación en esta área, algunos sugieren que esto puede aumentar el riesgo de problemas cardiacos.
LA REGULARIDAD DEL DESCANSO ES VITAL PARA LA SALUD DEL CORAZÓN
Al corazón le gusta dormir con regularidad, según estudios recientes sobre el sueño y la salud del corazón.
En un estudio, se hizo un seguimiento de adultos mayores durante cinco años, los que tenían horarios de sueño más irregulares tenían casi el doble de probabilidades de sufrir enfermedades cardiacas que los que tenían patrones de sueño más regulares.
No se sabe aún por qué la falta de regularidad en el sueño (de horarios constantes al levantarse y acostarse) afecta al corazón, pero la falta de regularidad en el sueño puede alterar los ritmos circadianos del organismo.
La frecuencia cardiaca, la presión arterial, y otras funciones cardiovasculares varían con la hora del día y pueden verse alteradas por un sueño irregular.
ADOLESCENTES DORMILONES SE CONVIERTEN EN ADULTOS DORMILONES
Las alteraciones del sueño en la adolescencia predicen las alteraciones del sueño en la edad adulta. Más de la mitad de los adolescentes no duermen lo suficiente en las noches de colegio.
Los estudios demuestran que modificar el comportamiento del sueño entre los dieciséis y dieciocho años es beneficioso para la salud general de los adolescentes, y de esta forma los patrones de sueño saludables podrían trasladarse a la edad adulta.
Durante la adolescencia, las arterias empiezan a acumular placa (cuando el colesterol se queda atascado y puede limitar el flujo sanguíneo), y dormir mal podría acelerar este proceso.
Lo ideal es intervenir y llegar a la raíz de los problemas del sueño en niños y jóvenes. Ver la televisión por la noche ayuda a postergar el sueño, así como los teléfonos en la habitación son otra distracción. Asimismo, la luz azul de todos los aparatos electrónicos interrumpe la producción de melatonina la cual ayuda a conciliar el sueño.
SALUD MENTAL, SUEÑO, Y SALUD DEL CORAZÓN
Existe una relación bidireccional similar entre el sueño y la salud mental: las personas con trastornos psicológicos son propensas a desarrollar problemas de sueño, y estos problemas de sueño pueden aumentar el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades mentales.
Lo anterior, puede afectar a la salud cardiaca. Estudios han demostrado que tanto los factores estresantes cotidianos como los acontecimientos traumáticos estresantes aumentan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
La soledad, el estrés laboral, la ira y hostilidad, la ansiedad, la depresión, e incluso el pesimismo afectan igualmente la salud en general, aumentando el riesgo de la salud del corazón.
El optimismo, por el contrario, se asocia a una vida más sana, incluyendo mejor calidad del sueño y menor riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte por todas las causas.
La Asociación Americana del Corazón, confirmó el creciente número de pruebas que indican un fuerte vínculo entre la salud mental, los comportamientos, y la salud física, destacando que existe información que apunta a que el tratamiento de la salud mental puede mejorar la salud cardiaca.
Definitivamente, existe una fuerte conexión entre la salud mental, el sueño, y la salud física en general, concretamente la salud cardiovascular.
Los hábitos relacionados con el estilo de vida, como la dieta y el ejercicio, pueden reducir el riesgo de cardiopatías, tanto directa como indirectamente, al favorecer un mejor sueño. De esta manera, aumenta la perspectiva y aumenta la energía: el mejor sistema de retroalimentación.
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Este artículo no proporciona consejos médicos. Se pretende unicamente con fines informativos. No es un sustituto del consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Si necesita atención cardiovascular, llámenos al 832-644-8930.