Trastornos del sueño y su efecto en la salud cardiovascular

Trastornos del sueño y su efecto en la salud cardiovascular.
El sueño y los trastornos de sueño. ¿Qué los caracteriza y por qué son un factor de riesgo?
El sueño es, sostenido por múltiples estudios científicos, una parte fundamental de la vida. El sueño es un modulador de relevante importancia para la actividad cardiovascular, tanto para la salud como para la enfermedad. Al dormir, se ejercen efectos beneficiosos y significativos, tanto en el sistema nervioso y en la actividad cardíaca, como en la coagulación de sangre y la tensión arterial, entre otros.
Dormir ejerce efectos significativamente benéficos sobre muchas de las funciones del organismo y de los órganos del cuerpo.
Los trastornos de sueño son problemas asociados a la dificultad para conciliar el sueño. Los trastornos de sueño son afecciones que dificultan y modifican nuestra forma de dormir.
Los trastornos de sueño más comunes suelen ser:
- Insomnio
- Hipersomnia
- Narcolepsia
- Ronquido y apneas de sueño
- Parasomnias
- Síndrome de las piernas inquietas
- Pesadillas y terrenos nocturnos
- Sonambulismo
Los trastornos de sueño también son la causa de diversas afecciones y enfermedades y, aunque suelen desarrollarse como resultado de un problema médico subyacente, su origen es muy variado.
Los trastornos del sueño pueden surgir como resultado de alguna enfermedad y son factores de riesgo que favorecen al surgimiento de otros padecimientos, especialmente, trastornos cardiovasculares, como la hipertensión arterial y pulmonar, la aterosclerosis, isquemias cerebrales, arritmias o la muerte súbita, obesidad, menopausia e insuficiencia cardíaca.
Si bien, los trastornos de sueño no suelen ser una patología grave, sí influyen de manera importante en la vida cotidiana, y que, las personas con trastornos de sueño sufren de agotamiento físico constante, tienen un bajo rendimiento durante el día y, sus dificultades para realizar y cumplir con obligaciones profesionales y sociales, son mayores.
Algunos de los síntomas más generales que presentan las personas con trastornos del sueño, suelen ser: dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido, la necesidad inusual de generar mucho movimiento cuando se intenta conciliar el sueño, fatiga diurna, cambios involuntarios en el horario habitual de sueño, movimiento inusual y otras variaciones al dormir, depresión, falta de concentración, aumento de peso, patrones inusuales al respirar, irritabilidad y ansiedad, aumento en la necesidad de tomar siestas durante el día, bajo rendimiento laboral o escolar, entre otros.
Actualmente, la Asociación Americana del Corazón, en un estudio que se publicó en el Journal of the American Heart Association, incorporó el sueño como un parámetro que también se debe valorar para considerarse un riesgo cardiovascular, ya que iguala a los 7 tradicionales: tabaco, actividad física, dieta, obesidad, glucemia, colesterol y tensión arterial.
Los estudios también revelaron que las personas que duermen poco (menos de seis horas al día) aumentan su riesgo cardiovascular. Las personas que no cubren un horario de sueño recomendable (de 7 a 8 horas) también tienen una mayor tendencia a padecer sobrepeso u obesidad, diabetes tipo II e hipertensión, de modo que, la falta de sueño, o escasas horas e intervalos inestables de sueño frecuentes, influyen potencialmente en un incremento en el riesgo de enfermedades cardíacas.
¿De qué modo puede afectar el sueño a la salud cardíaca?
Una persona sana y que duerme suficientes horas al día, podrá fomentar en su organismo, un funcionamiento efectivo y favorable, en especial, en su salud cardíaca.
Caso contrario ocurre cuando una persona padece trastornos de sueño. La falta de sueño reparador se correlaciona con los siguientes factores de riesgo:
- No dormir lo suficiente es un factor promotor de la obesidad.
Especialistas aseguran que una mala calidad del sueño, combinada con una ingesta de alimentos considerable (que no incluya granos integrales), puede ocasionar aumento de peso, incluso en aquellos con bajo riesgo de obesidad.
Durante el sueño, ocurre un proceso en el organismo, diferente al ciclo que se lleva a cabo durante el día. Al dormir, se ahorra y se almacena energía, se reducen los procesos digestivos y se llevan a cabo procesos de reparación celular y de descanso. El sueño también es necesario para que se lleven a cabo funciones de formación de memorias y de organización mental, de descanso muscular y de ahorro energético.
Ambos ciclos, el sueño y la vigilia, son de suma importancia para el buen funcionamiento de una persona, ya que ambos implican muy distintas funciones para la salud del organismo.
- Diabetes tipo II.
Diversos estudios sugieren que, al no descansar lo suficiente, aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo II. Perder tan solo dos horas de sueño al día puede aumentar la resistencia a la insulina y disminuir la tolerancia a la glucosa.
El alto nivel de azúcar en la sangre, asociado con la diabetes, también impulsa un aumento de colesterol, de presión arterial y en los triglicéridos, provocando un daño en los nervios y vasos sanguíneos. Como resultado, las personas con diabetes tipo II, tienen el doble de probabilidades de sufrir un infarto al miocardio o un accidente cerebrovascular.
- Accidente cerebrovascular, infarto al miocardio y muerte.
Los investigadores han encontrado un vínculo que asocia la duración del sueño, corto o largo, con los accidentes cerebrovasculares.
Los factores que influyen en esta relación, entre la cantidad de horas de sueño y los eventos vasculares, son múltiples (por ejemplo, la disminución de las defensas, el tabaquismo o la diabetes), sin embargo, los especialistas atribuyen esta causa a un factor determinante, que es, la apnea del sueño.
Su explicación radica en que, durante la apnea, hay una falta de oxígeno producida por pequeños despertares. La persona tiene un sueño fragmentado, mediante el cual, se liberan sustancias como adrenalina y noradrenalina, como consecuencia de la activación en el sistema de alerta de nuestro organismo. Este proceso incrementa la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Un mejor estilo de vida.
La dieta y el ejercicio físico son dos claves importantes para la salud, y del mismo modo lo es el sueño.
Si bien hemos podido analizar la importancia que los trastornos de sueño tienen en nuestra vida, llevar a cabo ciertas medidas en nuestros hábitos, que modifiquen nuestra conducta y estilo de vida cotidiana, son el pilar más importante.
Es crucial tomar conciencia sobre la relevancia que tiene el sueño para nuestra salud cardíaca, por eso, en Modern Heart and Vascular, te compartimos algunas de las recomendaciones generales que puedes considerar para fomentar en ti, un mejor descanso:
- En tu alimentación diaria, incorpora más verduras y pescado en tu dieta. Reduce el consumo de azúcar.
- Intenta reducir el estrés y la ansiedad ayudándote de ejercicios sencillos de estiramiento.
- Evita ingerir grandes cantidades de agua antes de dormir.
- Antes de dormir, consume comidas reducidas en carbohidratos y procura que sean cenas moderadas.
- Fomentar un horario de sueño moderado, y apegarse a él en la medida de lo posible.
- Limitar el consumo de cafeína, en especial, llegando la tarde o la noche.
- Disminuir el consumo de alcohol y tabaco.
- Realizar actividad física con frecuencia.
- Evitar dormir junto a dispositivos móviles como móviles o tabletas.
- Procurar mantener un peso saludable, según las recomendaciones de su médico.
- Intente realizar alguna actividad relajante para momentos antes de dormir.
Los ajustes en el estilo de vida pueden mejorar significativamente su calidad de sueño, en especial cuando estos van de la mano con algunos tratamientos médicos.
Procurar mantener un horario estable para dormir y despertar, generará un hábito que mejore su calidad de sueño significativamente.
En Modern Heart and Vascular ofrecemos consultas de cardiología preventiva. Nuestra práctica cardíaca preventiva se centra en detectar y tratar posibles problemas cardíacos antes de que se conviertan en afecciones graves. Este enfoque preventivo puede ayudar a los pacientes a evitar complicaciones peligrosas y medicamentos o cirugías innecesarios y mejorar su calidad de vida.
En Modern Heart and Vascular nos especializamos en múltiples aspectos de enfermedades cardiovasculares y metabólicas. En Modern Heart and Vascular, diagnosticamos y tratamos arritmias, insuficiencia cardíaca, así como enfermedad de las arterias coronarias, enfermedad arterial periférica, presión arterial alta, entre otras. Nuestra práctica también se especializa en atender afecciones cardíacas en personas con diabetes, enfermedad renal, obesidad, y más.
El equipo de Modern Heart and Vascular se dedica a brindar atención centrada en el paciente a través de consultas de cardiología integrales.

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Este artículo no proporciona consejos médicos. Se pretende únicamente con fines informativos. No es un sustituto del consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Si necesita atención cardiovascular, llame al 832-644-8930.